En 1996 le fue concedido el Premio Fernánez Latorre a Miguelanxo Prado como reconocimiento al valor de su obra. 

Miguelanxo Prado ha publicado varios libros y sus colaboraciones editoriales se extienden a distintos países europeos y Estados Unidos dónde fue el creador de estilo y de los personajes de la serie de animación Hombres de negro (Men in Black), para la Columbia Pictures. Tiene en su haber decenas de premios, gran parte de ellos internacionales, como los de los salones de Ginegra, Barcelona, Grenoble, etc.

Durante la entrega, Miguelanxo Prado dijo: “Quero interpretar que este premio pon de manifesto o compromiso desta empresa de comunicación con esa concepción da cultura visual moderna e as súas formas, porque sendo así resulta evidente que a través delas, das imaxes, pode facerse información e opinión, xornalismo, en suma”.

El académico y catedrático Xesús Alonso Montero fue Premio Fernández Latorre 1995 por su trayectoria personal y profesional como historiador, crítico y divulgador de la literatura y la cultura gallegas en numerosos medios de comunicación. Alonso Montero nació en Vigo en 1928. Doctor en Filosofía y Letras, accedió a la cátedra de Literatura Galega de la Universidad de Santiago. En 1993 ingresó en la Real Academia Galega. Ha desarrollado una intensa actividad como conferenciante, ponente en congresos y simposios. Ha sido distinguido con los premios Otero Pedrayo y Pedrón de Ouro. En la cena de entrega del Premio Fernández Latorre, Alonso Montero dijo que “son galardoado cun premio que me gustaría merecer, e gustaríame merecelo porque sei moi ben o que é o Premio Fernández Latorre, un premio que nas súas 36 edicións (eu non conto) xa constitúe un dos máis excelsos capítulos do periodismo galego deste século”.

Al igual que a Constantino García, a Francisco Fernández del Riego le fue concedido el Premio Fernández Latorre por el conjunto de su obra, no por un artículo determinado. 

Francisco Fernández del Riego, que fue presidente de la Real Academia Galega entre noviembre de 1997 y mayo del 2001, nació en Vilanova de Lourenzá (Lugo) en 1913. Cursó las carreras de Derecho y Filosofía y Letras. Santiago Rey Fernández-Latorre en el acto de entrega del premio dijo: “Francisco Fernández del Riego segue a observar o seu arredor coa ollada desperta dun mozo, desde a súa entrañable atalaya viguesa, e mostra nos seus artigos a madurez reflexiva dunha das mentes máis lúcidas que deu esta terra”.

Constantino García González, catedrático de Filología Románica de la Universidad de Santiago, fue galardonado en 1993 con el Premio Fernández Latorre por su trayectoria personal y profesional como divulgador de la lengua gallega en los medios de comunicación. 

Nació en Oviedo en 1927. En 1974 fue encargado por la UNESCO de la realización en Galicia de las encuestas del Atlas Linguarum Europae. Es miembro correspondiente de la Real Academia Española y numerario de la Real Academia Galega. Fue el primer director del Instituto da Lingua Galega y en el 2002 recibió la medalla Castelao. En La Voz de Galicia mantuvo una larga colaboración, con varias secciones sobre temas de Filología Gallega.

El XXXIV Premio Fernández Latorre recayó en la escritora Marina Mayoral por el artículo titulado “Piropos” publicado en La Voz de Galicia. Nacida en Mondoñedo en 1942, se doctoró en Filología Románica con premio extraordinario. 

Diplomada en Psicología Clínica y profesora de Literatura Española en la Universidad Complutense. Su relación con la prensa comenzó cuando tenía 17 años. En 1998 recibió la medalla Castelao.

En el acto de entrega del Premio, Santiago Rey destacó el hecho de que el premio fuese a ser recogido por una mujer: “Se Marina Mayoral o obtivo non é por ser muller, senón por ser unha excelente escritora, que cultiva co mesmo acerto a narración, o ensaio e o periodismo”.

El escritor y periodista Manuel Rivas ganó en 1991 el Premio Fernández Latorre con el artículo titulado “O conservador país onde casi non existen os conservadores”, publicado en La Voz de Galicia. Nació en A Coruña en 1957. 

Fue uno de los fundadores de la revista Teima. Trabajó en Televisión de Galicia y fue director de la revista Luzes de Galicia. Es colaborador de La Voz de Galicia y de El País. Le fueron concedidos los más importantes premios literarios del país.

El artículo de Rivas traza con ironía las líneas maestras del conservadurismo gallego: “Non hai tótem sagrado de Galicia que non estea en trance de extinción e ata as vacas teñen postos os cornos a remollo.”.

A Ramón Piñeiro le llegó el Premio Fernández Latorre apenas unas semanas antes de su muerte. Le fue concedido el galardón “pola súa exemplar obra no campo da comunicación, tanto na creación editorial como na periodística, posta ó servicio dun mellor coñecemento de Galicia e dos seus problemas”. 

Ramón Piñeiro nació en Láncara (Lugo). Símbolo de la resistencia galleguista al franquismo, con la llegada de la democracia fue elegido diputado por A Coruña en la candidatura del PSdeG-PSOE. En 1967 ingresó en la Real Academia Galega y en 1983 fue elegido presidente del Consello da Cultura Galega. Desde 1950 y hasta avanzados los ochenta, Piñeiro dirigió la editorial Galaxia, clave en la recuperación de la personalidad política y cultural de Galicia.

Durante 25 años también dirigió, en colaboración con Fernández del Riego, la revista Grial que llevó la imagen de Galicia a prestigiosas universidades extranjeras.

A Xosé Filgueira Valverde le correspondió en 1989 el XXXI Premio Fernández Latorre. El premio le fue concedido “por su importante trayectoria personal, que ha contribuido a exaltar los valores de Galicia a través de numerosos estudios, artículos periodísticos, publicaciones diversas, conferencias, etc.”. 

Filgueira Valverde nació en Pontevedra en 1906. Licenciado en Derecho y en Filosofía y Letras, fue fundador del Seminario de Estudos Galegos. Alcalde de Pontevedra de 1959 a 1968 y conselleiro de Cultura de la Xunta, Filgueira Valverde fue presidente del Tribunal Tutelar de Menores de Pontevedra durante 25 años. Doctor Honoris Causa por las universidades de A Coruña y Vigo, escribió más de 300 libros y folletos y millares de artículos. Falleció en Pontevedra el 3 de septiembre de 1996.

Víctor Moro, economista y profesor mercantil, recibió el Premio Fernández Latorre de 1988 por el artículo titulado “El expolio energético de Galicia” publicado en La Voz de Galicia. Víctor Moro Rodríguez nació en Ribadeo en 1926. 

Es experto en asuntos pesqueros y fue director gerente de Pescanova. Durante la transición política tuvo un relevante papel en Unión de Centro Democrático. Fue elegido diputado del Congreso por Pontevedra. Fue director general de Pesca en 1976 y subsecretario de Pesca y Marina Mercante en 1978.

En “El expolio energético de Galicia”, Víctor Moro exige, por razones de solidaridad y de justicia con una región tradicionalmente expoliada, la actuación urgente, en todos los estamentos, de nuestros representantes políticos.

“Galicia, play off” era el título de un artículo de José Luis Meilán Gil que se publicó en La Voz de Galicia y por el que su autor recibió aquel año el Premio Fernández Latorre. 

Nació en A Coruña en 1933. Doctor en Derecho, obtuvo en 1968 la cátedra de Derecho Administrativo de Santiago hasta que en 1990 ocupó el cargo de rector de la Universidad de A Coruña. Es miembro de la Academia Gallega de Jurisprudencia y Legislación y autor de numerosos trabajos sobre temas políticos y administrativos.

Días después de la entrega del Premio, Meilán recordaba en un artículo el brindis que había hecho aquella noche: “Por Galicia, y por todas las voces que la han llamado limpiamente, y siguen llamándola –como La Voz- desde la libertad” .

El escritor, pintor y humorista Siro López Lorenzo ganó el Premio Fernández Latorre en 1986 por una caricatura publicada en La Voz de Galicia. Se titulaba “Os protagonistas”. 

Siro López nació en 1943 en Ferrol. Durante 24 años trabajó como delineante en Bazán. En 1985 se incorporó a la Redacción de La Voz de Galicia, donde su principal tarea, pero no la única, es la caricatura política. En 1991 le fue concedido el Premio de Xornalismo Xunta de Galicia.

En la caricatura premiada, aparecían, ataviados con ropajes del siglo XV, los personajes clave en la campaña electoral de la segunda legislatura del Parlamento de Galicia. Con ella había arrancado una serie de caricaturas en las que se analizaba en clave de humor e enfrentamiento de los candidatos, tomando como referencia visual las luchas de los Irmandiños.

El Premio Fernández Latorre en su XXVII edición recayó en Alfredo Conde Cid por su artículo publicado en La Voz de Galicia, “Partidos e palabras”. 

Alfredo Conde nació en Allariz en 1945. Estudió Náutica y Geografía e Historia. Fue conselleiro de Cultura en el gobierno de González Laxe. En 1994 fue nombrado miembro de consejo de administración de la Compañía de Radio y Televisión de Galicia.

Con el artículo premiado, Alfredo Conde valora la necesidad de que el lenguaje político introduzca su propia expresión léxica en el de las gentes, pues eso querría decir que algunas de ellas se adecúan de forma definitiva a la realidad gallega.

José Luis Pensado Tomé ganó el XXVI Premio Fernández Latorre por su artículo “Galiziar quiere el brone”, que se había publicado en La Voz de Galicia. 

José Luis Pensado nació en Negreira (A Coruña), en 1924, y falleció en Salamanca en el 2000. Catedrático de Filología Románica y Filología Galaico-Portuguesa de las universidades de Oviedo y Salamanca, gran parte de sus trabajos lingüísticos se refieren al gallego medieval y al moderno .

Carlos Casares, escritor y entonces diputado en el Parlamento gallego, recibió el Premio Fernández Latorre en 1983 por el artículo “Carta aberta a un político galego” publicado en La Voz de Galicia. 

Carlos Casares nació en Xinzo de Limia (Ourense) en 1941 y falleció en el 2002. Compaginó su actividad docente con una extensa creación literaria y con la dirección de la editorial Galaxia. En 1996 fue elegido presidente del Consello da Cultura Galega, cargo que seguía ocupando en el momento de su fallecimiento.

Con “Carta aberta a un político galego”, Carlos Casares llama la atención de los políticos sobre el desinterés de la opinión pública respecto a la autonomía.

Por segundo año consecutivo, en 1982 el Premio Fernández Latorre recayó en un economista. El galardonado fue Pedro Arias Veira, profesor de Teoría Económica de la Facultad de Económicas de Santiago por su trabajo titulado “Crece la población y disminuye la emigración en Galicia”, publicado en La Voz de Galicia.  

El coruñés Pedro Arias tenía 33 años cuando recibió el premio. Fue concejal de Hacienda y Planificación del Ayuntamiento de A Coruña. También es presidente y cofundador del Complejo Gallego Siglo XXI, sociedad que ha promovido la primera residencia universitaria integral del campus de A Coruña.

A través de un profundo análisis estadístico, el estudio del que es autor Pedro Arias demuestra la disminución experimentada en el flujo emigratorio en la última década, así como el crecimiento de la población en Galicia, contradiciendo todas las teorías que siguen considerando a Galicia como básicamente emigrante.

Juan Ramón Quintás Seoane, catedrático de Economía de la Universidad de Santiago, recibió el Premio Fernández Latorre en 1981 por un texto titulado “Galicia ante la autonomía: una perspectiva económica”, que había aparecido simultáneamente en diversos medios gallegos. 

Nacido en A Coruña en 1943, fue elegido diputado por la Unión de Centro Democrático en 1979. En 1982 fue elegido presidente del consejo de administración de Sodiga y entre 1985 y 1994 fue director general adjunto de Caixa Galicia. Desde mayo de 2002, es presidente de la CECA.

En el artículo premiado, Quintás Seoane expresa su “convencimiento de la necesidad de la autonomía para la consolidación tanto de la cultura gallega como de la conciencia de constituir un pueblo con características propias e intereses comunes”.

A la Escola de Formación Social de Vigo, con un extenso trabajo titulado “Reflexión ético-política ante o referéndum do Estatuto Galego de Autonomía” publicado en la revista Encrucillada, le fue concedido el XXII Premio Fernández Latorre. 

La Escola de Formación Social de Vigo nació en la clandestinidad, en 1975, fruto del interés de 22 trabajadores de astilleros por prepararse para las elecciones y conocer el sindicalismo de otros países. En el curso 1985-86 amplió su actividad formativa, poniendo en marcha los cursos de formación cooperativa. En el curso 1991-92, profundizó en las soluciones a las toxicomanías y el sida.

El premio Fernández Latorre fue concedido en 1979 al economista Xoán Xosé Santamaría Conde por el artículo “El subdesarrollo y la autonomía gallega”, publicado en la Revista de Fomento Social. 

Xoán Xosé Santamaría, nacido en Frixe (Muxía) en 1947, fue profesor de Economía Aplicada en la Universidad de Vigo y miembro fundador de la Escuela de Formación Social de Vigo. Ha desarrollado una importante actividad como conferenciante y es autor de numerosos textos sobre temas culturales y socio-económicos de Galicia.

Con “El subdesarrollo y la autonomía gallega” Santamaría Conde plantea la necesidad del proceso autonómico gallego, único camino para su dignificación colectiva como pueblo.

El periodista Luis Caparrós Muñoz ganó el XX Premio Fernández Latorre por su artículo “Reflexiones autonómicas”, publicado en La Voz de Galicia. 

Nacido en Sevilla en 1923, Caparrós se instaló en A Coruña en 1947 donde residió hasta su muerte en 1983. En su larga vida periodística recibió numerosos premios. En La Voz mantuvo secciones fijas como “Pluma de medianoche”, columna diaria que mantuvo durante veintitantos años.

En el artículo que le valió el Premio Fernández Latorre, anticipaba cómo veía la autonomía gallega alguien que, sin haber nacido en Galicia, ya aspiraba a sentirse lo bastante identificado con ella como para entenderla en sus demandas de protagonismo histórico.

El Premio Fernández Latorre de 1977 recayó en Xosé Martiño Montero Santalla por el artículo titulado “Integración lingüística galego-portuguesa” publicado en El Ideal Gallego. 

Montero Santalla nació en 1947, en Cerdido. Es licenciado en Teología, Filosofía y Filología y titulado en alemán, árabe, inglés e italiano. Autor de numerosas obras de carácter lingüístico, formó parte del equipo que tradujo el Nuevo Testamento al gallego.

En el artículo premiado, presenta a los gallegos de la época dos tareas irrenunciables respecto a su idioma: por una parte la normalización y por otra la normativización.

El investigador José Antonio Durán recibió en 1976 el Premio Fernández Latorre por su trabajo “Agrarios del minifundio. La Prensa agraria (1900-1912)”, publicado en la Revista Española de la Opinión Pública. 

José Antonio Durán Iglesias nació en Requejo de Sanabria (Zamora), en 1941, en el seno de una familia gallega de clase obrera. Licenciado en Filosofía y Letras, es autor de numerosas obras de carácter histórico y social. A él se deben importantes aportaciones históricas sobre el poder local o las luchas campesinas y sociales.

En el trabajo premiado, hace un estudio muy especializado sobre el papel que la prensa agraria jugó en el desarrollo agrícola de Galicia durante los primeros años del siglo.

En 1975, el jurado del Premio Fernández Latorre concedió el galardón a Jesús Hervada Fernández-España, que había presentado el artículo titulado “¿Podrá ser Galicia una región minera importante?” publicado en La Voz de Galicia. 

El autor nació en A Coruña en 1924. Ingeniero de minas, fue jefe de seguridad de Hunosa. Realizó numerosos viajes de estudio por toda Europa sobre técnicas de explotación de las minas de carbón. En 1973, ocupó el cargo de ingeniero jefe de la sección de Minas de la Delegación Provincial del Ministerio de Industria en el que permaneció hasta su jubilación.

El Premio Fernández Latorre fue concedido en su decimosexta edición al escritor Eduardo Blanco Amor, por sus artículos, “El idioma gallego, hoy”, publicado en el semanario Triunfo y por “Un gallego y lo gallego”, que apareció en La Vanguardia de Barcelona. En la decisión adoptada por el jurado se tuvo en cuenta sobre todo la obra de Blanco Amor. 

 Eduardo Blanco Amor nació en Ourense en 1897. Hizo gran amistad con Federico García Lorca y Rafael Alberti. La guerra civil interrumpió sus trabajos literarios y regresó a Buenos Aires. A su regreso a Galicia fue elegido miembro numerario de la Real Academia Galega. Falleció en 1979. De Eduardo Blanco Amor ha dicho Carlos Casares, que fue amigo personal suyo en sus últimos años, que “resulta imposible reconstruir su riquísima personalidad”. Según García-Sabell, se sumergía siempre en sus relatos con un fondo de instintos primarios.

Lo ocurrido en 1972, cuando el premio fue declarado desierto, llevó a modificar sus bases para abrir la oportunidad de premiar no solamente un trabajo periodístico, sino también una labor continuada de exaltación de los valores gallegos. 

 El jurado concedía este año el Premio Fernández Latorre a Domingo Quiroga Ríos por su labor perenne a los más variados problemas de Galicia, recibiendo mención especial su artículo publicado en La Voz de Galicia el 24 de mayo de 1973, “El paisaje gallego y su precio”.

Domingo Quiroga Ríos nació en A Coruña en 1900 y falleció en 1991. Muy preocupado por los temas pesqueros, trabajó como oficial de pesquerías de la FAO en Ecuador, Centroamérica y Cuba. Correspondiente de la Academia Gallega, también fue miembro del Seminario de Estudos Galegos desde 1983.

José Antonio González Casanova recibió en 1971 el Premio Fernández Latorre por el artículo titulado “Siempre en Galicia”, que se había publicado en La Vanguardia Española, de Barcelona. 

Nacido en Barcelona en 1935, González Casanova tiene antepasados lucenses por vía paterna. Catedrático de Derecho Político en Santiago y Barcelona, colaboró durante muchos años con el profesor Manuel Jiménez de Parga. En 1970 ganó la cátedra de Teoría del Estado de la Facultad de Económicas de Barcelona. Colaboró en la redacción de la Constitución y en la del Estatuto de Autonomía de Cataluña.

En el artículo premiado, cuyo título evoca inmediatamente a Castelao, González Casanova recogía las impresiones que a un catalán que había vivido en Galicia provocaba el reencuentro con esta tierra.

En 1970, el Premio Fernández Latorre fue concedido a Manuel Sánchez Salorio por el artículo “En el filo de dos décadas. Tríptico para un tránsito”, que se publicó en La Voz de Galicia. 

Manuel Sánchez Salorio ha descollado sobre todo en el ejercicio de la Oftalmología, especialidad de la que es catedrático en la Universidad de Santiago. Pertenece a numerosas sociedades científicas y es doctor honoris causa por la Universidad de Coimbra. Con motivo de la concesión del Fernández Latorre, Sánchez Salorio, que donó el importe del premio a la Casa de Rosalía, en Padrón, afirmó: “Para conseguir que el país se vuelva transparente, para que deje ver su verdadero rostro, lo que más se necesita es estudio serio y libertad”.

El tarraconense Josep Serra Estruch recibió en 1969 el Premio Fernández Latorre. El jurado lo distinguió por el artículo titulado “Galicia como esperanza”, publicado en el diario barcelonés Telexpres. 

Serra Estruch nació en 1921. Estudió cine y se especializó en medios audiovisuales. Sobresalió especialmente en cine infantil, como director, guionista y montador.

En “Galicia como esperanza”, Serra Estruch estudia desde una perspectiva estadística, sociológica y económica, la realidad de Galicia y su vigencia dentro del conjunto de comunidades españolas.

El décimo Premio Fernández Latorre fue concedido en 1968 al escritor argentino Víctor Luis Molinari por su artículo “Proyección anímica de la feria gallega” publicado en el diario La Prensa, de Buenos Aires. 

Víctor Luis Molinari, hijo de emigrantes ligures, nació en San Telmo, en 1904. Graduado en Economía, también ejerció el periodismo, siendo nombrado en 1962 miembro correspondiente de la Real Academia Gallega. Falleció en 1980.

En el artículo premiado, Molinari describe con precisión e intenso cromatismo el carácter físico, social y cuasi moral de la feria gallega.

Polémico resultó el artículo “La Iglesia no habla la misma lengua que los gallegos”, publicado originalmente en la revista Signo, de Madrid, que le valió el Premio Fernández Latorre de 1967 a Alfonso Álvarez Gándara. La posterior defensa del artículo por parte de Augusto Assía, dio lugar a un expediente administrativo, al término de la cual se impondría a La Voz de Galicia una multa de 50.000 pesetas.  

Alfonso Álvarez Gándara, nació en Tui en 1939. Licenciado en Derecho, ejerce como abogado en Vigo. Perteneció al secretariado del Partido Socialista Galego y fue teniente de alcalde de Vigo.

En el artículo por el que recibió el Premio Fernández Latorre, afirmaba Álvarez Gándara: “Los intelectuales gallegos no pretenden crear el problema de la lengua gallega, sino resolverlo. La lengua gallega existe, y ante ese hecho sólo caben dos actitudes: cultivarla y defenderla, o perseguirla a muerte. En cosas como ésta, la neutralidad es una ficción”.

En 1966, el Premio Fernández Latorre fue concedido a María del Rosario Castells Vila, autora del artículo publicado en el diario ABC, “Galicia, tierra de contrastes”. 

María del Rosario Castells, natural de Viana do Bolo, pasó su infancia en Betanzos. Doctora en Filosofía y Letras, también es licenciada en Medicina y oftalmóloga. Catedrática de Geografía e Historia, pertenece a varias academias de artes y ciencias.

En “Galicia, tierra de contrastes”, Castells resume las peculiaridades de los diferentes paisajes gallegos, la variedad de sus gentes y sus formas de vida, resaltando los contrastes entre la Galicia costera y la interior.

El Premio Fernández Latorre fue concedido en su tercera edición a Álvaro Paradela Criado por un artículo titulado “La vida y sus ramas. Un ciudadano en el campo”, publicado en La Voz de Galicia. 

Álvaro Paradela nació en 1911 en A Coruña. Estudió Medicina en Santiago y se doctoró bajo la dirección de Gregorio Marañón. Falleció en Narón en 1979 atropellado por un vehículo.

Haciendo de su perro, Barqui, lo que más tarde haría Antonio Gala con su Troilo, retrató con un estilo inconfundible, entre irónico y ácido, excelentes escenas de la vida campesina.